LEYENDO EN UN JARDÍN IMPRESIONISTA

Ayer visité en buena compañía la exposición “Jardines impresionistas” del Museo Thyssen. En la primera sala, dedicada a los precursores, me encontré con el siguiente cuadro, que reclamó de inmediato mi atención:



Se titula, claro está, “La lectura”. El nombre de su autor, Thomas Couture, no me decía nada hasta ayer mismo; tras investigar un poco, descubro que es un pintor francés de estilo académico que fue maestro durante un tiempo de Manet, del que le separaban irreconciliables diferencias en la concepción del arte. A mí este cuadro suyo me atrae poderosamente, y no solo por la presencia del libro. Los personajes que aparecen de espaldas en las pinturas tienen la virtud de hacer volar la imaginación del que los contempla. Y en este caso, la lectora de rostro desconocido está además a punto de ingresar en un espacio del que solo vemos la puerta y que podemos poblar a nuestro antojo. Plantas, árboles, senderos, presencias humanas: todo depende de nosotros, en ese jardín apenas sugerido.  

Cicerón afirmó lo siguiente: “Si cerca de la biblioteca tenéis un jardín, ya no os faltará de nada”. Si esto es así, imaginaos ya si estamos hablando de un jardín impresionista. Qué más se puede pedir.

Comentarios

  1. Un jardin en una biblioteca o una biblioteca jardin, seria un lugar muy original.

    Saludos,

    Postes de madera

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  2. ¡QUE CUADRO MÁS HERMOSOS! TIENES RAZÓN, Y LO MEJOR ES QUE, COMO HAS DICHO, PODEMOS IMAGINARNOS LO QUE HAY EN ESE JARDÍN. ¿QUÉ LIBRO PUEDE ESTAR LEYENDO LA MUCHACHA? TAL VEZ EL PINTOR PENSÓ EN UN LIBRO EN CONCRETO. EN CUANTO A LO DE LAS BIBLIOTECAS Y LOS JARDINES, TAMBIÉN ESTAS EN LO CIERTO. ¿TE IMAGINAS UN JARDÍN GRANDE Y VERDE EN EL INSTITUTO Y UNA BIBLIOTECA DE CRISTAL EN LA QUE SE PUDIERA VER TODO EL EXTERIOR?

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